APUESTA PERDIDA


Puede que esto termine bien
empecé y no voy tan mal
después de hablar quedamos a par
unos segundos más y nos iremos por atrás.

Un piropo algo tonto entre los labios
una camisa sudada demasiado barata
con la cabeza vacía y un hueco en el bolsillo
una moneda para la suerte y un auto que no es mío.

Me pongo a fanfarronear y algo más
hablo de fútbol y ajedrez sin parar
un bostezo del silencio señalan las diez
una palabra más y la dejo caer.

Linda minifalda, qué bonitos ojos tenés
una invitación a bailar a un oscuro lugar
y finge seriedad a punto de ceder
vamos que nadie ha de perder.

La contemplo junto al relente de su timidez
unas palabritas al oído y otras a sus atributos
mientras acaricio lo suave de ese secreto
que se ciñe entre la comedia de su falda.

Mis manos en su cuerpo cada vez más tembloroso
con algo de imaginación la cosa se pondrá mejor
tras el primer botón siento su corazón
un lunar más abajo señala mi posición.

Frente a la ventana le quito las dudas
una a una la vuelvo más impura
cuesta abajo voy deprisa a esa cita
en la esquina donde vaga su ternura.

Dos copas vacías y ella en la cama tendida
una apuesta ganada y un alma aturdida
su inocencia por unos segundos de placer
mi razón cautiva en su mirada de mujer.

Febrero del 2004