Qué es, esta extraña sensación que me alienta a seguir
qué esconde tu mirada que no me puede mentir
aunque tu boca me diga que no quieres nada de mí.
Y no entiendo esta estúpida ilusión, volar sin despegar
en un día gris donde sólo pienso en ti, e intentar
una vez más, colgarme de tus labios y morir ahí.
Corre tu silencio, y se enciende mi esperanza
maldito deseo que explotas mi alma, no eres nada
y lo eres todo, y yo que no consigo atraparte.
Y niégame otra vez, y sabrás lo que haré
leerás mi pensamiento como un libro abierto
y entenderás el porqué hago todo esto.
No escaparás, escrito está, la encontraré para perderla
y siempre me herirá, mas nunca me rendiré
y toda la vida me la hará infeliz, pero yo siempre la procuraré.
Y quizás logres matarme, arrancarme el corazón y hacerlo pedazos
envenenar mi alma con tus grandes ojazos, encadenar mi cuerpo
con mentiras y arrojarlo a los infiernos, mas mi amor por ti será eterno.
Recuerda que escrito está, y la historia no la puedes cambiar
pasará lo que tenga que pasar, es tu destino, mía serás
en mi cama dormirás, soñarás, y te verás mujer con cada despertar.
Y tus labios de nuevo me advertirán, mas tus ojos sinceros
conspirarán, ni tú te lo podrás explicar, aunque no lo entiendes
mírate, no te defiendes, aunque a veces logres esconderte.
Y lloraré si sé llorar, mas luego volveré, y me romperé por ti
para cuidarte, soñarte, esperarte y por siempre amarte
y tal vez nunca llegue ese día, quizás en otra vida, no lo sé.
Y un día caminarás de mi mano, te encontrarás en mis ojos
y yo como siempre en mi monólogo, colgado de tus labios
hasta el día en que despierte de éste mi sueño legendario.
Noviembre del 2005