No
saltes al vacío niña, yo tomaré tu mano
no
le creas al viento si te dijo miedo
trata
y no inventes, no sueñes con desiertos
los
días pasan y golpean, las noches son de arena
y
duele que llores en silencio.
No
es culpa del destino, lo siento
pero
no hicimos nada por cambiarlo
y
ahora ya es demasiado tarde
volaste
a esa oscura nube allá en el cielo
a
esa triste estrella que hoy lleva tu nombre.
Recuerdas
cuando niños jugábamos con el viento
armando
castillos de arena en calles y desiertos
qué
de esa vieja muñeca…qué de tus sueños
no
seas paloma, se nido de deseos
no
seas tan tonta, y no le creas al viento.
No
puedes, no intentes, espera que esté contigo
que
el tiempo no podrá conmigo, y puede que
llegue
y
te detenga, pero pa’ qué, si tú ya no quieres
fuiste
mía y no lo merecía, de verdad fuiste más que eso
por
qué le creíste al viento.
Ahora
cumpliste tu sueño y eres parte de ese cielo
nube
pasajera que llena la tierra de recuerdos
hojas
secas de otoño, noche fría en invierno
estrella
lejana y triste que brilla sola en silencio
suspiro
del tiempo…ya no existes.
Y
ahora jugarás con las aves
y
en los crepúsculos cuando te alejes
te
recordaré detrás del arco iris
después
de la lluvia siguiente
después
del día del hasta siempre.
Y
cerraron tus ojos un viernes en silencio
apagóse
el sol, y lloró triste el cielo
en
el jardín secreto todas las rosas murieron
del
pueblo todos se fueron, y parte de mi
vida
voló
contigo, cuando dejaste caer tu vida al suelo.
Y
hoy vengo a ti con mi último aliento
con
la última rosa blanca de nuestro jardín secreto
a
ese nuevo jardín que hiciste de miedos
pero
esta noche volveremos a estar juntos
y
jugaremos por siempre…
…tras
los montes, junto al mar, en algún lugar del cielo.
Diciembre del 2005