Las
mujeres son como las rosas
son
lindas y huelen bien
mujeres
y rosas, las hay de muchos colores
primero
son blancas, les dices que son bonitas
y
se sonrojan; y hasta algunas llegan a sonrosarse
mientras
que otras se vuelven oscuras y fatales.
Las
blancas son tiernas y dulces, románticas
las
rojas, apasionadas y muy vanidosas
claro,
no tanto como las rosadas
que
son muy especiales
y
las olvidadas negras
que
son muy peligrosas.
Todas
son olorosas y de pétalos suaves
su
aroma es tan profundo
que
hay riesgo de volverse adicto
y
son tan suaves que a veces no las sientes
pero
si te alejas demasiado
podría
dolerte.
En
primavera florecen
mas
algunas no respetan estaciones
para
cortar una debes tomarla suavemente
con
pasión, ternura y mucha comprensión
y
recuerda siempre no acercarte tanto
que
te podrías pinchar el corazón.
Las
palabras son para seducir
y
las manos para desvestir
los
labios para mentir
las
miradas para intrigar
y
las caricias para vestir.
Cuando
deshojes una rosa
no
la ames si no lo sientes
que
tus labios no le mientan
que
tus manos sean santas
que
tus ojos hablen
que
el amor se sienta.
Las
rosas negras
mujeres
que bebieron del dolor
rosas
marchitas por el desamor
deshojadas
en primavera
por
un verano trovador
y
entre otoño e invierno pierden su color.
Podemos
encontrarlas en jardines
o
en la soledad de un desierto
tal
vez en las florerías
puedas
comprar una o dos
aunque
mejor sería perder la razón
y
dejarse llevar por la imaginación.
Te
cortaré y nunca te dejaré
te
cubriré con una lluvia de caricias
haré
de tus pétalos mi piel
de
tu boca beberé la miel
bajo
mi mirada te haré florecer
y
por último...te regalaré una rosa.
Diciembre
del 2003