CAOS

El mundo es un hueco vacío, profundo, las cosas caen, los hombres caen; todo cede al final. Todo muere, el amor es una estrella fugaz, un gran huracán oscuro que recorre el universo destruyéndolo todo.
Radical es el quehacer monótono, la terrible historia mal escrita en los libros; el arte de siempre, estúpido y vulgar. La temible realidad, no verte un día más; se acabó la emoción, los sentidos conmocionados se evaporan como ríos de sangre. Mi caudal indiferente de conocimientos...las tonterías que ahora escribo, por aburrimiento, o mero placer…no lo sé.
La tinta de mi pluma ya agotada. Tu germen en mi cuerpo, me enferma, me conmueve; la vil melancolía me hace suyo, me toma por la fuerza, entorpece mi turbia razón. La corrompida sensación…cada vez más fría y violenta.
Tu lejana imagen, pintada por el dolor en mi memoria, superior a mi gran caudal de ideas. Tu pensamiento se derrama, lo inunda todo; es un caos, mis temores huyen, mis ojos corren, se ahogan; no resisten…finalmente se cierran para dormir el sueño eterno.
La perpetua quietud de mi cuerpo, mis labios mojados por la sed, por ese deseo prohibido de tu piel. Como una mancha, una solitaria gota de vino cayendo de la copa rota de Dios. El desconocido de siempre, sentado y parloteando todo el tiempo, jugando con nosotros como si fuéramos una compañía de actores fracasados.
Y él es el creador, del caos y la violencia. La espada del poder descansando en sus manos, mientras el yugo de la muerte lo hace sobre nuestros cuellos; y sin embargo, nada podemos reprocharle... ¡ojalá él también sufriera!
¡Oh! Señor de los avernos yo os concedo mi alma por tenerla; yo sé que tú eres más piadoso, más original, y también más estúpido. ¿Nuevamente caerás en mi trampa?; y como ayer, y como mañana: una vez más terminaré burlándome de ti.
Es cierto, no puedo negarlo, no sólo admiro tu belleza, sueño con poseerla. Cuantas noches enfermizas te he pensado, te he deseado…te he buscado en otros cuerpos. Entregado a oscuros placeres con seres de otro mundo, saciando mi fe con carne, siendo uno de ellos…y como ellos lo he hecho. No, no es amor, es sólo locura, todo en mí enloqueció. El dolor bebe mi sangre.
¡Oh!, la delicadeza de tu alma, tu rostro perfecto, tus formas, tu sombra; tus senos…tus senderos, tu vientre. Mi anhelado coloquio con el resto de tu cuerpo. Dibujando tu figura, pervirtiendo tu vida entera; poro a poro, rincón a rincón. ¡Basta! desahuciado corazón, para ahora, ¡tranquilo!, ella se fue, nos dejó, nos jodió...adiós...maldito amor.
Septiembre del 2005