Dime gitana adónde has ido
que me he quedado aquí solito
deshojando primaveras
en mi eterna soledad.
Soñando con un día que nunca volverá
un 10 de junio más para el reloj
una noche más sin tu calor
sin el relente que le daba nuestro amor.
Vienes y te quedas en mis pensamientos
luego te vas llevándote mis sentimientos
bebiste mi alma, parte de mí vida con tus besos
y hoy me dejas ahogado en un mar de lamentos.
Dejaste mi cama llena de recuerdos
y el tiempo que me queda en hondo silencio
crece la noche y se rompen los acuerdos
entonces ni siquiera cabe el arrepentimiento.
Dejo tu sonrisa una duda en mi mirada
la lejanía de tus labios termina con mi calma
tu veneno corre por mis venas, duele respirar
duele mirar atrás, duele la vida porque ya no estás.
Fueron tus ojos y tu embrujo de mujer
la cadenas que me ataron a tu piel
con estas ganas locas que te tengo
por el conjuro de aquel primer amanecer.
Dejo tu piel en mi piel tu hechizo de sirena
la promesa de tantas madrugadas de pasión
corre tu vacío por mi alma desnudada
y todo en mí muere con la luz del alba.
Prendiste a tu falda mi vana devoción
derramaste tu nombre en el viento y en mi voz
la curva en tu cintura bailo con mi razón
y hoy mi locura crece lentamente con tu adiós.
Por qué te fuiste mujer
por qué despreciaste mi querer
por qué tu ausencia al amanecer
por qué me negaste el sueño de hacerte florecer.
Dime gitana adónde has ido, que aquí
en mi pecho quedo grabado tu misterio
con el deseo de darte todo lo que tengo
y la esperanza de encontrarte un día en el cielo.
Noviembre del 2005